lunes, 27 de noviembre de 2017

LA ESCRITURA


Cuando los sistemas de escritura fueron inventados en las antiguas civilizaciones, el hombre utilizó diversos soportes de escritura: tablillas de arcilla, ostracon, placas de hueso o marfil, tablas de madera, papiros, tablillas enceradas, planchas de plomo, pieles curtidas, etc.
La escritura fue el resultado de un proceso lento de evolución con diversos pasos: imágenes que reproducían objetos cotidianos (pictografía); representación mediante símbolos (ideografía); y la reproducción de sílabas y letras.
Los más antiguos vestigios de escritura se encuentran, hacia finales del IV milenio a. C., en el Antiguo Egipto, con jeroglíficos, y la antigua Mesopotamia, mediante signos cuneiformes (escritura cuneiforme) La usaron los sumerios, acadios, asirios, hititas, persas, babilonios etc. La escritura egipcia, que perduró más de tres milenios, mediante jeroglíficos, representaba ideas abstractas, objetos, palabras, sílabas, letras y números.


China

La escritura china más antigua que se conoce son 50000 inscripciones sobre conchas de tortuga que incorporan 4500 caracteres distintos, y data del 1400 a.C. en el yacimiento de Xiaotun, en la provincia de Henan. Pero los primeros libros reconocibles de China corresponden al siglo VI a.C., los jiance o jiandu, rollos de finas tiras de bambú o madera grabados con tinta indeleble y atados con cordel. Estos textos servían principalmente a causas institucionales , era la obra de funcionarios civiles o militares.
Desde Confucio en adelante (551-479 a.C.) los libros se convirtieron en importantes instrumentos de aprendizaje, se escribieron tratados de filosofía, medicina, astronomía y cartografía.
En el período de los reinos combatientes (475-221 a.C.) La seda se usó mucho como soporte para escribir.
La invención del papel según la tradición china, se atribuye a un eunuco de la corte imperial llamado Cai Lin en el 105 d. C. Usando nuevos ingredientes (trapos viejos, cáñamo, corteza de árbol y redes de pescar) creó un método de fabricación de papel similar al que se usa hoy en día. Pero el papel tardó cientos de años en reemplazar al bambú y la seda, fue hasta finales del siglo II d.C. que la corte imperial lo usó en cantidades importantes.
Esta innovación no se propagó fuera de China hasta el 610 d.C. aproximadamente, y alcanzó Europa a través de España hasta el siglo XII.
A mediados del siglo VIII los chinos inventaron la impresión xilográfica, o el grabado en madera, y la necesidad de reproducir un gran número de textos e imágenes budistas, calendarios, manuales de adivinación y diccionarios promovió una rápida y temprana propagación de la xilografía.
Los impresores chinos crearon los tipos móviles hacia el siglo XI, el escritor chino Ch'en Kua (1030-1095) narra la historia de esta invención en su libro de cosas vistas y oídas (Mengshi Pitan), según el escritor el herrero JenTsung de la dinastía de los Song del norte entre 1041-1049 logró crear caracteres móviles, para esto utilizó arcilla endurecida al fuego sobre la cual había grabado unos caracteres móviles que fijo sobre una plancha de hierro impregnada de resina de pino, cera y cenizas.



Corea

La obra xilográfica más antigua encontrada hasta nuestros días es el Dharani Sutra de Corea, datado en el 751 a. C., aunque no se sabe quién fue el inventor de la xilografía los chinos y coreanos fueron los que impulsaron la impresión xilográfica, principalmente para editar textos religiosos. Corea realizó muchos otros avances que revolucionaron la manera de imprimir y en consecuencia el libro.
Entre 1234 y 1239 los coreanos que se habían refugiado en la isla de Gwanghwa, debido a la invasión mongol, no disponían de madera dura fue entonces que imprimieron 28 ejemplares de los 50 volúmenes del Go geum sang jeong ye mun con caracteres móviles metálicos. La obra del año 1239 describe el método utilizado y termina diciendo: impreso para la eternidad con caracteres de nueva fabricación.
Durante el reinado del tercer hijo de Taejong, Sejong aumentó el número de centros dedicados a la enseñanza. En la capital existían cuatro escuelas, un colegio para el pueblo y una escuela para la familia real y sus parientes. El libro se convirtió en la herramienta primordial de los esfuerzos de alfabetización que, incluso llegaron a las provincias y pueblos lejanos. Los niños varones tenían que seguir las clases que les inculcaban las nociones básicas como la escritura y la lectura.
Durante la invasión japonesa (1592-1598) un general japonés llevó caracteres móviles y libros a Japón, así Japón pudo desarrollar su imprenta, en cambio, la imprenta coreana retrocedió a partir de ese momento, se volvió a la madera para la fabricación de tipos móviles y cada la producción de libros decayó.
Sin duda alguna la dinastía Joseon fue el gran periodo para los libros coreanos, se sabe de 32 fundiciones de caracteres móviles metálicos y más de 350 modelos diferentes. A pesar de las dificultades Corea supo desarrollar e incluso exportar sus técnicas de imprenta.




Egipto

Egipto creó el papiro y lo exportó a todo el mediterráneo, se usaba para plasmar textos en Egipto, Grecia y Roma. La fabricación del papiro era complicada y dado que las láminas de papiro estaban hechas de dos capas superpuestas, por cada cara discurría una veta distinta, de ahí que se denomine recto donde el grano discurría de forma horizontal y verso en donde el grano discurría en vertical, sin embargo solo se escribía en la cara interna que era la más lisa. Las láminas se pegaban para hacer un rollo.



Grecia

La escritura alfabética hizo más accesible la lectura y la escritura. El alfabeto griego se desarrolló en el siglo VI y V a. C., era puramente fonético a diferencia de los ideogramas chinos, un erudito chino podía dedicar toda su vida a dominar miles de caracteres, en comparación, el alfabeto griego podía aprenderse en unos días. El uso de la escritura se incrementó en Atenas hacia el siglo V a. C.



Roma

En la Roma imperial los escritos podían encontrarse en todas partes. La administración cotidiana produjo un flujo constante de documentos, la alfabetización rudimentario era habitual, incluso en las clases bajas, lo que provocó que en el siglo I d. C. hubiera un crecimiento del público lector, ya no se escribía para un círculo de amigo íntimos, sino para un público anónimo, pero la clase alta siguió conservando la cultura literaria oral tradicional.


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